Hipócritas palabras parecen ya
las que me decían que era especial,
diferente a las demás.
Tú, burlador de pasiones
que ayer me decías que
me querías,
hoy me dejas y te vas
para no volver más,
llevándote contigo no mi corazón
sino que me dejas con una vida vacía.
¿Cómo podré existir así?
Dímelo, venga, estoy esperando.
Esperándote.
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