domingo, 26 de mayo de 2013

Presentado a David

Para David Luengo Gómez por ser como es 

Los grandes ojos de David han cedido al fin para menguar la luz latente del frívolo rincón de su pieza. Él sonríe, ceniciento, ajeno al mundo.

Para David no existen nada más que los hermosos destellos del sol por las mañanas y el resplandor de la luna sobre todo si, como ayer, está llena.

La felicidad se abre paso en su taciturna alma al oír el canturreo matutino de los petirrojos que le mandan (David cree que su padre muerto le envía petirrojos cantores). En él no cabe tanto gozo al tumbarse en el suelo de su pieza para meditar sobre él mismo y su padre muerto (sobre su madre no porque no la quería). Con frecuencia se acuerda también de su hermana pero ya os aviso el que recuerdo de su hermana, su queridísima hermana, no le es muy grato pues solo se acuerda de ella con frecuencia y cuando lo hace su ya maltratado corazón se encoge todavía un poquito más, se pregunta si Matilda se acordará de él como él de ella, con frecuencia.

"Matilda, Matilda, perdóname" susurra nuestro protagonista, ah... se le ha encogido otro poquito.

Al desgraciado de David ya no le queda mucho corazón para pensar en su hermana, por suerte solo piensa en ella con frecuencia y no siempre como con su padre muerto.

Qué feliz se pone nuestro David al pensar en su padre muerto, era un hombre ejemplar: perfeccionista, responsable, metódico y autoritario por eso solía reñir con su hijo, mucho, demasiado; Matilda siempre estaba presente obervándolo todo porque la madre le obligaba y si se resistía le pegaba y el padre también, pero Matilda era una buena chica y les quería bien. David no era bueno, no. 

Ahora mismo, tumbado en el suelo de su celda, viene a su memoria la exquisita suavidad con la que hundía el cuchillo en la carne roñosa de su padre y cómo se le dibujaba una sonrisa en la cara en el preciso instante en que su padre cayó al suelo, muerto, cómo disfruta nuestro protagonista.

Qué contento se pone David al acordarse de su padre muerto (de su madre no, a ella no la quería).

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