domingo, 23 de junio de 2013

Sin Borrador II

Para aquellos que han perdido la esperanza, como yo, y que estamos obligados a tomar decisiones no solo por nosotros sino también por esa otra persona que nos importa, quiero decirles que no sean cobardes, que a diferencia de mí todavía pueden luchar por conseguir o mantener eso que tanto desean, que los objetivos que más cuestan son los que merecen la pena; por eso, amigos, no pierdan la esperanza, luchen por mantenerla.

Amigo, tú, me estoy dirigiendo a ti, nadie más ocupa mi mente. Amigo, sé que no sabes lo que yo sé, sé que te encanta saber lo que sé, sé que sabes que no me gusta que sepas lo que sé, sé que aunque no me lo digas ya no piensas en nadie más que en mí, porque se enseña callando y tú callas siempre, o me callas también a mí. Amigo, Amigo, Amigo perdóname por perder la esperanza y por perder tu tiempo intentando enseñarme a mantenerla; y a callar.


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