Vuela, amiga

-Acompáñame

-No ¿Estás loco?

-Volemos pues, amiga, prueba. Verás qué divertido

-Pero...

-No hay pero que valga. Te enseñaré lo que hay que saber, mas te digo que lo difícil es pisar tierra firme otra vez

-¿Te refieres a volver aquí, abajo?

- No precisamente, amiga, pero venga vuela que yo te guío

-¿Y si me caigo?

- Sea ese el caso estaré a tu lado, no te dejaré caer. Vaya pregunta más tonta

- Dime entonces, ¿cómo abro las alas?

- ¡Ah! Bien, bien esa ya me gusta más. Es muy fácil: céntrate en ellas e imagínate, ahora, volando por los aire, imagina qué es lo que se sentiría volar... así, así... aprendes rápido... ¡Cuidado! Dame la mano

- Es increíble ¡desde ésta perspectiva todo es tan diferente!

- Es otro mundo, amiga, uno nuevo creado a partir del milenario.