La verdadera mentira

Muchas de las grandes verdades modernas se centran y basan en el sistema económico capitalista, cuya consecuencia más relevante es el consumismo. Esto sólo puede ser posible gracias al modelo de sociedad individualista en el que cada día nos sumergen,  pero no somos únicamente víctimas ya que si poseyéramos un nivel crítico suficiente despertaríamos de la burbuja.
Es necesario saber que el movimiento modernista es la peor peste que ha atacado a la faz de la tierra, se puede hacer un paralelismo con las drogas "se presenta como un amigo pero es tu peor enemigo"; los modernos son conscientes de los problemas actuales pero pareciéndoles demasiado grandes o de solución imposible se desinhiben y los evitan a toda costa mejor dicho, buscan una realidad alternativa que sea de colores bonitos y llamativos porque la realidad, el mundo en el que viven y se desarrollan, sencillamente no les gusta.
¿Cuál es el problema entonces, acaso no es mejor un estado de bienestar que uno deprimente? Ni mejor ni peor, tan fácil como decir que viven en una mentira. Crean un estado aleatorio al real para poder decirse "la cosa no está tan mal como la pintan" o para poder conformarse (conformismo, otro mal del capital). Un ejemplo práctico y diario de lo último citado: el empleo, típica frase conformista "al menos tengo trabajo" ¿al menos? y  así es como nos mantenemos estáticos, ¿trabajo o sobreexplotación? ¿salario mínimo real? ¿horas justas? yo digo trabajo digno. Es por eso que es nuestro deber abrir los ojos, dejar de soñar y despertar en la realidad pero sobretodo actuar.
Para luchar por el cambio, primero es necesario ser conscientes de la realidad y no ignorarla ni evitarla como propone el modernismo

El hombre que violó a un gato

Gracias a Jean por la asquerosa idea.

Londres, siglo XIX. Nos encontramos en un bar de reputación dudosa, observamos a un hombre y su negro sombrero de copa tomando una cerveza barata, carraspea sin cesar. Nos produce asco.
Nuestra atención se traslada a una llamativa mujer de vestido azul raído, es castaña y despampanante aunque se percibe su tristeza a kilómetros. She’s blue. Nos preguntamos porqué narices no nos hemos fijado en ella antes, dudamos si acercarnos o no, al final decidimos evaluar la situación, durante un instante nos miramos a nosotros mismos y vemos a un viejo arrugado y gordo sin posibilidad aparente, la chica azul es inalcanzable para nosotros pero guardamos la certeza de que antaño cuando éramos jóvenes, altos, guapos y de buen hablar ella hubiera venido a nuestra humilde pocilga y la haríamos gritar de placer, dejando atrás esos vagos pensamientos nos centramos de nuevo en Chicazul… y es preciosa como sólo ella sabe ser. Suspiramos y seguimos tomando el whisky que dejamos a medias glu glu glu pagamos la cuenta y nos marchamos.

Tras andar cerca de una hora llegamos a casa que no puede llamarse hogar, nos recostamos en la cama intentando conciliar el sueño pero es imposible como tantas otras noches, no podremos dormir. Pensamos en Chicazul y en su cuerpo claro, sus cabellos lisos y largos ojalá, ojalá estuviera ella aquí ahora, ojalá trepase por la ventana y llegara a nuestra alcoba, todo sería mágico. Chicazul, la noche, la cama, todo. No hace falta nada más que ella y anhelamos otra vez ser jóvenes y estamos seguros de que si hubiera sucedido unos 15 años atrás ella estaría ahora con nosotros. Chicazul, Chicazul y su pelo suave y su cuerpo suave y sus labios suaves y sus caricias suaves. Chicazul suave, suave y esponjosa. Como un gato, sí como un gato. Chicazul es como un gato, tenemos que tener ese gato.

Entramos en el bar nuevamente, y por última vez, Chicazul sigue allí, como esperándonos. Esta vez sin dudar nos acercamos y ella sonríe, nosotros también.

Suicidio

Te quise porque tenía que hacerlo,
sin razón ni motivo,
sin nada y con todo.
Todo lo que fui y éramos
se transformó y reconvirtió
una y mil veces.
Al final nos dimos la mano
entonces saltamos,
saltamos desde el acantilado
más alto que encontramos,
y zambullidos en el agua
nadamos
sin dirección aparante
sin percatarnos que eran diferentes.
Ir contra corriente...
nadar hacia el frente...
Tomamos nuestras bifurcaciones
nadando de espaldas
y silbando
y cantando,
moviendo los pies al ritmo de Ménilmontant.
No nos despedimos.
No nos importó, estamos muertos.

El hombre que me reactivó

Para EHQMR,no logro recordar tu nombre.

Tiene una figura esbelta

Y la musculatura bien definida

Embiste como pocos saben

¿Cómo no podría haberme reactivado?

La radiación de su piel hace que tenga

Tres o cuatro ojos a la vez

Y cuerpos ni te digo.

El hombre que me reactivó

No sabe que me reactivó

Pero ¡pum! Así de golpe,

Volví a la vida.

18

Ríos, montañas y lagos
mares, llanos y océanos
Tantos rostros felices
y a veces tristes.

Tanta tierra, tantos
países y costumbres.
He visto y soñado con
lugares extraños y ajenos.

He leído y escuchado
libros y música,
y voces y cantos.

Sé tanto pero tan
poco a la vez.

De oriente y occidente.
De costa y selva.
Soy de todas partes
y de Ninguna también.

Tanto he vivido y
he dejado vivir,
tanto he aprehendido.
Tanto.

Con Ela

Jueves 20/02/2014 21:21

Nos encontramos en los soportales, llueve y el suelo está húmedo. Hay un joven con una bici. Se pasea en ella como demostrando su prematura hombría, tendrá unos 14 años o incluso… sí, yo creo que sí. Ela tiene las botas mojadas de gotas de lluvia. Acaba de pasar un coche y me ha recordado al sonido de las olas al amanecer en Huanchaco cuando acampábamos todos juntos y hacíamos fogatas hasta bien entrada la noche, dormíamos quizás dos o tres o cuatro en la misma tienda contando viejas historias de miedo.

Enfrente hay una carpa de “La Caixa”. Exposición “el Bosque”. Me pregunto qué clase de exposición se expondrá ahí, pero si trata sobre preservar el medioambiente encuentro una serie de incongruencias. ¿Por qué dejan el foco que ilumina el logotipo de La Caixa encendido toda la noche? Será de bajo consumo, o de energía renovable?

Mi padre ha pasado todo el fin de semana cambiando las bombillas de casa por unas LED, me gusta el alumbramiento focalizado hacia una única y exclusiva zona de mi habitación, se asemeja más a un estudio fotográfico.

En el tren

Me encuentro en el tren rumbo a Mérida, parece ser un día espantoso.

Hoy otro chico me ha invitado a salir, es una sorpresa pensé que no le gustaba.

Un hombre pasa por mi ventana y apenas mira a su alrededor, tiene andares de pingüino.

Una señora no da tregua a sus quejas sobre los horarios y revolotea en el asiento de atrás.

Hay una cámara de seguridad que graba a una chica morena de cabello corto escribiendo en rojo sobre su libreta y pensando en ti.

El tren rueda... "Madrid - Atocha,cercanías".